El jueves nos trajo por la mañana un tiempo gélido, llegando la temperatura hasta los – 17 grados centígrados.
Ese carámbano me lo encontré a la salida del trabajo en la parada del transporte público. El suelo estaba lleno de hielo y había que andar como hacen los pingüinos o como las muñecas de Famosa ( cuando se dirigían al portal …) si no querías irte al suelo.
Esta semana también se ha anunciado a través de los medios informativos la llegada de las llamaradas solares a la tierra y por consiguiente la posibilidad de que se pudiera ver a la auroras boreales. La verdad es que con el frio que hacía no apetecía estar a la caza de dicho fenómeno. Lo que si se vio debido a la ausencia de nubes fue unos amaneceres magníficos.
Ahora ha vuelto a nevar, pero la temperatura ha subido algo y no permitirá que la nieve se mantenga.
2 comentarios:
A falta de calor, buenos son los amaneceres. Un saludo.
Un a abrazo Capitán. Hace tiempo que no publicaba...
Publicar un comentario