Cuando trabajé como vendedor en El Corte Inglés más de una vez vi algún compañero avisar al servicio de seguridad y recuerdo que seguí, por curiosidad, para ver como actuaban los amigos de lo ajeno y los vigilantes, y alguna que otra carrera hasta la calle pude contemplar.
La verdad es que según las estadísticas se roba más en este país de lo pensaba.
Leyendo el Helsingin Sanomat, pude ver que en Salomonkatu, una calle céntrica de Helsinki, los ladrones casi a diario hacen de las suyas. Un vigilante comentaba que a las 7 de la mañana ya se ha cometido el primer hurto. A esas horas son los jóvenes hurtan más, pero a lo largo del día el grupo más numeroso lo forman yonquis y alcohólicos, bien para su uso personal o para vender la mercancía extraída en las calles cercanas a los establecimientos.
Uno de los métodos más populares es llenarse los bolsillos o las bolsas que portan y sin más se marchan sin pagar (aquí lo llaman Beer on the run). El otro día interceptaron a un individuo que portaba un solomillo entre sus pantalones.
La cifra alcanza los 10. 000 hurtos cada año en Helsinki, la mayoría comida o bebidas, y entre ellas destaca la cerveza.
La Federación del Comercio Finlandés señala que las pérdidas anuales alcanzan la cifra de 437 millones de euros que viene a ser el 1.34 % del total de las ventas, cifra de las mas altas en Europa.
¡Quién lo iba a decir!
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