Ayer se proclamó como tercer campeón finlandés (tras Rosberg y Häkkinen) del mundo de fórmula 1 Kimi Räikkonen (a ver si los plumillas aprenden a decir bien su nombre).
La verdad que hasta el último momento la carrera fue un suspense y no se sabía si Fernando Alonso (una vez descartado Hamilton por su salida de pista) o Räikkonen conquistaría el campeonato. Se lo tiene merecido por el trabajo realizado a lo largo del año y tras sufrir muchos reveses en sus años anteriores.
En el mundo de la fórmula 1 se le conoce como Iceman. Si alguien se pregunta porque, basta con escuchar alguna rueda de prensa. Es parco en palabras. Tanto es así que un spot televisivo, emitido al principio de temporada hacía un sket con él y Fernando Alonso en el que Fernando estaba hablando sin pausa un rato largo cuando un periodista le preguntaba por la nueva temporada. Cuando le llegaba el turno a Kimi este contestó con un monosílabo. Es su manera de ser, apenas habla, y está centrado en pilotar y nada más. Deja para los mecánicos y resto del equipo que realicen su trabajo.
Ferrari le obsequió con un lujoso apartamento en Milán, pero apenas lo pisa. Cuando puede vuelve a Finlandia.
La cosa parece estar entre paréntesis ya que McLaren ha presentado una reclamación que de prosperar le daría el campeonato a Hamilton que acabó en séptima posición.
En el asunto están envueltos los pilotos Nico Rosberg de Williams que acabó cuarto, el polaco Robert Kubica de BMW Sauber que terminó quinto y Nick Heifeld de BMW Sauber que concluyó en sexta posición y han sido acusados de usar un carburante a una temperatura más elevada de lo permitido. Es por ello como adelanté que si prospera la reclamación Hamilton acabaría en cuarto lugar y sería el campeón.
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