En Finlandia una cosa que sobresale por encima de todo es la atención que tienen hacia los niños. Podemos comprobarlo en muchas facetas, pero hoy comentaré algo que me sorprendió .
Llevando a mi hijo Alexander a un parque cercano a mi domicilio observé que a eso de las doce horas, escucho una campanilla. Pensé que se trataba de un niño jugando y no le di importancia. Luego vi que se trataba de una niña que recorrió todo el perímetro del parque. Mientras hacía sonar la campanilla, padres y niños se dirijían al lugar que muestro en la foto de una manera ordenada, sin prisas, sin empujones. Lo primero que me vino a la mente fue que iban a rezar o algo parecido . Pero de pronto veo a tres chicos que tiran de un carrito. Era un carrito con comida caliente.
Comentando el caso con Tomppa, un familiar, me indicó que en el verano, al cerrar las guarderías, se ofrecía ese servicio para que los padres le dieran de comer a sus hijos (yo vi algún que otro padre y madre comiendo de dicha comida ).Así de este modo padres e hijos pasan la mañana en los parques y sin preocuparse con el asunto de dar de comer a sus hijos.
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