El idioma finés tiene entre sus características la no distinción de sexos. De este modo para la tercera persona, él o ella, se utiliza hän (en plural he) y así ocurre con los sustantivos que carecen de género. Koira o kissa serán, respectivamente, tanto perro o perra, y gato o gata. Esto, no se hasta que punto tiene su influencia en la vida, podemos apreciarlo también a nivel laboral, donde en cualquier trabajo la relación hombre-mujer es equitativa. En política, por citar un ejemplo, la participación de la mujer es paritaria o casi (véase el parlamento). La presidencia está ejercida por Tarja Halonen, la cual es jefe supremo de los ejércitos (sin embargo, el servicio militar es obligatorio sólo para los hombres).
Contaré la anécdota que hace unos años (en 1994/1995) la empresa ABB, en sus planes de expansión hacia América del sur, a sus ingenieros encargados de dicha expansión les facilitaba cursos de español. Yo tuve el honor de introducir la lengua castellana y algunas de nuestras costumbres a dos de ellos, uno era una mujer
(el equipo estaba formado equitativamente por hombres y mujeres). Ellos tenían no sólo que planificar plantas eléctricas sino que “estrechar lazos” con los países de América del sur.
Cuando una mujer da a luz existen los permisos de paternidad que pueden ser tomados tanto por el hombre como por la mujer. Existen casos en que el hombre ha tomado este permiso (de nueve meses prorrogables hasta tres años) y la mujer ha ido a su trabajo
Una cosa que particularmente me sorprende en Finlandia, a pesar que en los países anglicanos y sus respectivas religiones se ve con frecuencia, es la de una mujer cura o pastor (pappi) en las iglesias luteranas.
Por último quiero indicar que las normas de cortesía, me refiero a abrir una puerta, ceder un asiento puede ser interpretado como machismo.
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